
PANAMA HATS
Los productos elaborados en Paja Toquilla por nuestras artesanas de las comunidades Bacpancel (Gualaceo, Azuay) y Principal (Chordeleg, Azuay), son productos únicos portadores de una gran tradición que recoge las más hermosas historias, emociones y conocimientos transmitidos por sus abuelas y abuelos de hasta 4 generaciones atrás: el tejido del tradicional sombrero de paja toquilla. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocido por la UNESCO en 2012, es un símbolo de gran riqueza y valor cultural para nuestro región y el mundo.
Para tejer un sombrero, "Panama Hat", el primer paso es la preparación de la paja (Carludovica Palmata) producida principalmente en la provincia de Manabí, especialmente en Montecristi y Jipijapa, en la costa ecuatoriana; que al dividirla y extraer fibras de distintos grosores - lo que define la calidad del sombrero - se la teje completamente a mano en forma circular en tres partes: plantilla, copa y falda. El producto resultante, denominado "sombrero de campana", pasa a las procesadoras donde se realiza el proceso de "compostura" que consiste en realizar el azocado (cortado de las pajas sobrantes), para seguir con el lavado, sahumado o blanqueado, prensado, maceteado, planchado y finalmente el toque final: la colocación de la banda interna y la banda decorativa.
Carmen Rosalía Cambisaca Peláez
“Mi principal actividad es la agricultura y cuidar de mis animalitos, todos los días cuando tengo tiempo y descanso, mi actividad favorita es hacer sombreros y trabajar pequeñas miniaturas de paja para decorar las casas. Yo tejo desde que tengo 12 años de edad y por medio de esta costumbre y tradición, dada por mis padres, ayudo a la economía de mi hogar y a que la gente se lleve cosas lindas de nuestra comunidad”.


Hilda Cambisaca
“Tengo 72 años y desde que tengo uso de razón, en Principal, me he dedicado a cuidar de mi huertita y a tejer sombreritos. Yo recuerdo que mis abuelos siempre estaban sentados tejiendo con la paja y mientras hacían eso, contaban historias hermosas que hasta ahora las recuerdo. Esta actividad es muy importante para mí y para mi comunidad porque permite que nuestra cultura siga y que la gente aprenda de lo que somos. Me da mucha felicidad que Maki haga valer nuestro trabajo y pueda ser visto en todas partes del mundo”.
Luz Castro Samaniego
“Mi principal actividad es cuidar de mi familia, mis animales y la huerta, pero tejer sombreros es lo que más amo hacer, recuerdo que hace algún tiempo vinieron a darnos unos talleres un grupo de personas muy buenas. Ellas con sus ideas nos ayudaron a que nos motiváramos a mantener la tradición de nuestros antepasados mediante la habilidad de nuestras manos, para que no se quede este don aquí, en mi pueblo, sino se propague por todos los países, por esto, por su apoyo soy una persona muy feliz”.


Julia Alegría León Sarmiento
“Llevo 30 años haciendo sombreritos y pequeñas artesanías, nadie más de mi familia sabe hacer esto, solo yo, y lo aprendí desde niña observando a mi mamá. Me preocupa que no se valore el trabajo que hacemos. Hay gente que no nos paga lo justo, pero ahora en la organización estamos viendo que el trabajo de nuestras compañeras se reconozca y se de el valor que tiene. Muchas gracias a la gente que aprecia nuestro trabajo y por llevarse una partecita de la cultura y tradición de nuestro país”.
María Carmelina León Sarmiento
“Recuerdo que nuestros padres nos enseñaron a tejer los sombreros y las pequeñas artesanías. Entre nosotras y la familia hacíamos nuevas ideas siempre creando y trabajando. Vivimos de esto, trabajamos porque nos gusta mucho hacerlo y también por la necesidad de trabajar. Estamos contentas, porque a la gente le gusta nuestro trabajo y también porque es una gran ayuda que otras personas conozcan nuestros tejidos”.


Carmen Amelia Peláez Salinas
“Junto con mis hijitas nos dedicamos a diario a las actividades de agricultura, a cuidar nuestros animalitos y a los quehaceres de la casa. Recuerdo que aprendí a tejer desde que tenía 5 añitos y hasta el día de hoy son 45 años que hago sombreros y una variedad de artesanías en paja toquilla. Yo aprendí a tejer porque mi mamá me enseñó y poco a poco fue avanzando mi deseo de tejer más y hacer con nuestros tejidos de paja, nuevos diseños y figuras diferentes. Me siento feliz y doy gracias a Dios por este trabajo que para mí significa mucho y porque pienso que al comprar nuestras artesanías los turistas nos ayudan a tener más trabajo”.
María Dolores Peláez
“Hace como 50 años que vivo haciendo sombreros y artesanías pequeñitas de paja toquilla, en mi hogar soy la única que se dedica a esta actividad como recuerdo de mi madre quien me enseñó a hacer estas cositas que durante todo este tiempo ha sido una fuente de ingresos y también una fuente de conocimientos tradicionales de nuestra comunidad ya que un turista o un extranjero que nos apoya se lleva un hermoso recuerdo: algo nuevo y diferente que viaja a otro lugar”.


Luz Matilde Ríos
“Tengo una hijita y junto con ella trabajamos haciendo sombreros y muchos otros productos de paja toquilla acá en Principal, también nos dedicamos a criar animalitos y a los quehaceres. Pero hacer las artesanías es lo que más nos gusta porque recuerdo como aprendí a tejer observando a diario a mi mamá. Nosotros sobrevivimos con esta actividad, es nuestra fuente de ingresos y nos hace feliz ver cómo la gente de otras partes del mundo aprecian y valoran nuestro trabajo hecho con nuestras propias manos”.
Margarita Ernestina Rivera Cambisaca
“Nuestra cultura y tradición está en cada sombrerito y producto que realizamos, cuando nos apoyan los turistas y extranjeros, se llevan las costumbres que nos dieron nuestros papás y abuelos que nos enseñaron desde que éramos niños, estos recuerdos nos incentivan a seguir creando y produciendo para mantener estos conocimientos en nuestra comunidad”.


Margarita Samaniego
“Yo dedico una hora diaria a hacer mis tejidos con la paja toquilla, el resto de mi tiempo estoy dedicada a la agricultura. Desde que tengo seis años de edad tejo, aprendí de mi madre a quien yo observaba y quería ayudar. Me da alegría haber aprendido a tejer y que esto permita ayudar a mi familia, también de que gente de otras partes del mundo puedan, mediante nuestros productos, conocer Principal”.
Zoila Hermelinda Tacuri
“Cuando era pequeñita yo era muy curiosa, yo veía a mi madre tejer los sombreritos, pero un día una vecina viejita fue quien me dio estos conocimientos que tengo, poquito a poco iba haciendo cosas pequeñitas con las pajas que encontraba botadas en las calles, luego pude tejer sombreros y hacerlos muy lindos. Siento felicidad por haber tenido la dicha de aprender y de que un turista puede llevarse muy lejos este hermoso producto”.


Luz Matilde Rios Zhunio
“Para mí es muy importante hacer una artesanía y más aún si es un nuevo diseño, yo aprendí esta técnica de la paja toquilla por mi mamá y también por talleres que nos han venido a dar. Estamos contentas de que poco a poco la gente nos conozca y se lleve parte de nuestra cultura”.
Walter Geovanny Encalada LLivicura
“A mí me gusta mucho hacer las pulseras de paja toquilla y aunque me dedique más a lo que es el comercio de víveres, hacer estas cositas que me enseñaron mis compañeras ha sido un sustento económico para mí. Agradezco mucho a las personas que valoran estas cosas que hago”.


Delia María Espinoza Uyaguari
“Me gusta mucho tejer sombreros y portavasos, hacer una artesanía para mí significa parte de nuestra cultura, casi todos los días dedico un tiempo para hacer estas cositas y también me dedico a criar cuyes. Nos sentimos contentas cuando un turista se lleva un recuerdo de nuestro trabajo”.
María Angeles Sapatanga Llivicura
“Mi actividad principal es la agricultura, a diario cuido mi huertita, pero cuando estoy descansando en mi casa, me dedico a tejer. Esta actividad aprendí gracias a mis compañeras y vecinas y ha sido un ingreso económico para ayudar a mi familia. Gracias a todas las personas que nos apoyan y valoran nuestro trabajo”.


Zoila Rosa Guncay Espinoza
“Recuerdo que me he dedicado a hacer cositas de paja toquilla desde que tengo 10 años de edad. Yo cogía las pajitas del piso que estaban botadas y observando aprendía y de pedacitos de paja iba creando mis cosas. También me gusta mucho tejer, este es un buen trabajo para mí y me siento muy feliz porque tengo para comprar cositas para mis guaguas”.
María Carmen Guncay Zapatanga
“Yo trabajo todos los días haciendo mis artesanías con paja toquilla, son tres horas diarias que me siento a tejer luego de hacer mi trabajo de agricultura y de cuidado de mis cuyes. Esto para mí es un sustento económico y estoy muy contenta porque por este medio puedo ayudar a mi familia”.


María Angelita Guncay Espinoza
“Trabajo como obrera en una fábrica y hacer artesanías me ha permitido mejorar mi vida. Es muy bonito para mí que la gente de mi comunidad y de otras partes valoren mi trabajo y que mis adornitos puedan decorar muchas casas”.
Laura Adelaida Jadan Boconsaca
“Hace unos 10 años atrás recibimos talleres de capacitación para aprender a hacer artesanías con paja toquilla y bordado. Desde entonces me dedico a este trabajo el cual ha sido un ingreso económico que ayuda a nuestra familia”.


María Mercedes Jadan Boconsaca
“Me gusta mucho hacer artesanías en paja y también me dedico al bordado. Son dos cosas que aprendí solo viendo de los mayores y que me hacen muy feliz. Desde hace años esta actividad ha sido un ingreso económico por lo que agradezco a todas las personas que nos ayudan y valoran nuestras artesanías”.
Rosa Elvira Quiñones Pacheco
“Desde que tuve ocho añitos aprendí a tejer. Un día recogí las pajitas que quedaban botadas en el camino, luego poco a poco pude hacer cosas más grandes. Hacer artesanías es el mejor trabajo para mí, me siento muy bien cuando la gente se lleva mis productos”.


Clara Luz Quiñones Espinoza
“De las cosas que más me gustan tejer son los cántaros y los chinescos para los bebés. Son diez años que he tenido el gusto de tejer y tener experiencia en cada artesanía que hago. Le doy gracias a la gente que se interesa por nuestras artesanías pues esto es un apoyo para nosotras”.
Luz Teresa Sapatanga Sapatanga
“Aprendí en San Juan desde niña, con mis amigas recogíamos las pajitas del suelo para jugar y aprender a tejer como nuestras mayores. Para mí nuestras artesanías significan mucho porque de ellas aprendemos y transmitimos nuestros conocimientos. Me siento bien de saber que nuestras cositas viajan por el mundo”.


Rosa Elena Sapatanga Sapatanga
“Una persona que se lleva nuestros productos, se lleva algo hecho con nuestras propias manos, también se lleva algo que ayuda a mis hijos y que hace que esta tradición se mantenga en Bacpancel, nuestra comunidad, por mucho más tiempo”.
Digna Amparito Zapatanga Quichimbo
“Nuestra identidad está guardada en las artesanías que con nuestras manos hacemos, quienes nos apoyan comprando y regalando nuestros productos, se llevan a sus hogares el recuerdo de nuestra comunidad San Juan, donde las mujeres trabajamos duro para ayudar a nuestra familia y donde hacemos las cosas con el más profundo amor”.

